EL CONSEJO ASESOR APROBÓ LA CONFORMACIÓN DE UNA RED SÍSMICA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
– La doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la SECTEI, resaltó la importancia del trabajo conjunto para éste y cualquier problema
– La secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa Venegas, dijo que se requiere dar información certera, fidedigna e inmediata a la población
El Consejo Asesor de Sismología aprobó la conformación de una Red Sísmica de la Ciudad de México para monitorear y caracterizar la sismicidad, generar oportunamente mapas de intensidades y estimaciones de pérdidas y colapsos que contribuyan a ofrecer respuestas rápidas y eficaces para la toma de decisiones.
En una primera fase, de corto plazo, el Consejo acordó la conformación de la Red con la integración de los datos generados por las 173 estaciones existentes en la actualidad para que transmitan información continua y en tiempo real al Servicio Sismológico Nacional (SSN), responsable del monitoreo sísmico y al Instituto de Ingeniería de la UNAM, responsable de la generación de mapas de intensidades de temblores.
También, en esta etapa se actualizarán 105 de las estaciones que requieren alguna renovación en su infraestructura o equipo para cumplir con los estándares técnicos necesarios. Estas acciones tendrán una incidencia favorable para la sociedad, pues con el mejoramiento de los mapas de intensidad, éstos serán más precisos, lo que permitirá a las autoridades conocer al término de un temblor, apenas momentos después, cuáles fueron las zonas más afectadas y dirigir ahí los esfuerzos respectivos. En una segunda fase, a mediano plazo, se tiene previsto aumentar en 79 las estaciones acelerográficas, incluidas 46 que también serían sismológicas, y tres estaciones de pozo. Así, la Red contaría con 255 unidades, cantidad sin precedente en la ciudad y comparada con conglomerados densamente poblados y de alto riesgo sísmico como Los Angeles, California.
El beneficio para la sociedad estribará en que al contar con más estaciones se tendrá el conocimiento de cuáles son las estructuras y construcciones que son potencialmente más peligrosas para los habitantes y transmitirles ese conocimiento para que estén más alertas y que la gente sepa que vive en una zona vulnerable.
Además de las nuevas instalaciones, en esta etapa se recuperarán las estaciones sísmicas en el subsuelo de la ciudad, es decir, dentro de los pozos a diferentes profundidades.
La nueva infraestructura permitirá mejorar los tiempos de respuesta y reducir la incertidumbre en las aplicaciones orientadas a la mitigación del riesgo. También, la investigación desarrollada se traducirá en el mejoramiento del reglamento de construcción y en las políticas públicas relacionadas con el desarrollo, crecimiento y sustentabilidad de la metrópoli.
En la reunión, coordinada por la secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez y la de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa Venegas, los integrantes del Consejo aprobaron la propuesta presentada por el subgrupo técnico que sesionó hace unos días.
En el Consejo Asesor participan representantes de la UNAM, UAM, CIRES (Centro de Instrumentación y Registro Sísmico), Cenapred, Servicio Sismológico Nacional, IPN, Secretaría de Obras y PAOT, entre otras.
En su intervención, la doctora Ruiz Gutiérrez expuso que en esta segunda reunión del Consejo Asesor es muy relevante destacar el trabajo conjunto que se requiere para éste y para cualquier problema. Este grupo ‘’tiene que darle confianza a la sociedad”, apuntó.
En tanto, Myriam Urzúa Venegas, secretaria de Gestión de Riegos y Protección Civil, aseguró que “estamos totalmente de acuerdo en que se necesitaba ampliar la red sismográfica de la ciudad, necesitamos dar información certera, fidedigna e inmediata a la población”.
La ciudad requiere trabajo conjunto de la academia y los organismos vinculados al tema. “Lo que podemos hacer (desde la Secretaría) es apoyar, acompañar en todo este proceso y coordinarnos en esta amplia red”, agregó.
Gilberto Castelán Pescina, director de Instrumentación del Cenapred, señaló que en la reunión del subgrupo técnico fue de gran relevancia la disposición de todas las instituciones involucradas con definiciones claras de las tareas de cada una.
Para Víctor Manuel Cruz Atienza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, existen dos objetivos generales que debe satisfacer la gran base de datos que empezará a integrarse.
Uno de ellos es “generar la información necesaria para la toma de decisiones en un momento crítico, como los mapas de intensidad o localización de sismo, lo que se requiere pocos minutos después de un sismo”. Y otro, es el trabajo que “se desprende de esa base de datos enorme, un insumo fundamental para las instituciones que hacemos investigación en México”.
En ese sentido, también se manifestó el académico Jorge Aguirre González, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, quien indicó que “el acopio de información es un avance muy importante; se requieren de otros trabajos para cartografiar las fallas activas que tiene la ciudad”.
Al inicio de la reunión, la doctora Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional presentó la propuesta conjunta aprobada por el Consejo Asesor, en la que se detalla que hoy existen cuatro instituciones que operan seis redes acelerográficas y sismológicas en la capital.
La UNAM opera la Red Sísmica del Valle de México, la Red Sísmica del Bachillerato a través del Servicio Sismológico y la Red Acelerográfica del Instituto de Ingeniería. La primera está constituida por 32 estaciones, la segunda por 20 y la tercera, por 24.
La UAM tiene a su cargo cinco estaciones acelerográficas y el Centro Nacional de Prevención de Desastres cuenta con 11. Además, el CIRES tiene bajo su responsabilidad la Red Acelerográfica constituida por 81 unidades.